El carbón es una roca sedimentaria de color negro, muy rica en carbono y con cantidades variables de otros elementos, principalmente hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno, utilizada como combustible fósil.
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La formación de carbón se inició durante el período carbonífero, conocido como la primera era del carbón, que comprende desde hace 360 millones de años a hace 290 millones de años.
La calidad de cada depósito de carbón se determina por la temperatura y presión, así como por el tiempo de formación, a lo que nos referimos como “madurez orgánica”. Inicialmente, la turba se convierte en lignito o “carbón marrón”, que son tipos de carbón con una madurez orgánica baja. En comparación con otros carbones, el lignito es bastante blando y su color puede variar de negro oscuro a diferentes tonalidades de marrón.
Durante muchos millones de años, los efectos continuados de la temperatura y la presión han producido cambios en el lignito, aumentando progresivamente su madurez orgánica y transformándolo en la gama de carbones denominados “subbituminosos”. Se produjeron más cambios químicos y físicos hasta que estos carbones se hicieron más duros y negros, formando los carbones “bituminosos” o carbones minerales. En las condiciones adecuadas, el aumento progresivo de la madurez orgánica pudo continuar, formando fi nalmente la antracita.
Existen varios tipos de carbón:
- De rango bajo. Son el lignito y los carbones subbituminosos son normalmente más blandos y desmenuzables, con una aspecto más mate y terroso. Se caracterizan por niveles de humedad altos y bajo contenido en carbono, por lo que su contenido energético también es bajo.
- De nivel alto. Suelen ser más duros y resistentes, y a menudo tienen un color más negro y vítreo. Contienen más carbono, menos humedad y producen más energía. La antracita se encuentra en el rango superior de la escala de categorías y tiene un contenido superior de carbono y energía, y un nivel inferior de humedad.
Se estima que existen unas reservas de carbón de 984 000 millones de toneladas en todo el mundo. Esto signi ca que hay su ficiente carbón para los próximos 190 años. Hay carbón en todo el mundo: puede encontrarse en todos los continentes, en más de 70 países, con las mayores reservas ubicadas en los Estados Unidos, Rusia, China e India.
Aunque se estima que queda su ciente carbón para los próximos 190 años, este periodo podría ampliarse debido a una serie de desarrollos, entre los que se incluyen:
- el descubrimiento de nuevas reservas gracias a las actividades de exploración actuales y futuras;
- mejoras en las técnicas de extracción, que permitirán acceder a reservas anteriormente inaccesibles.
Todos los combustibles fósiles terminarán por desaparecer, por lo que resulta esencial que los utilicemos de la manera más e ficaz posible. Siguen realizándose mejoras signifi cativas en el uso e ficaz del carbón para poder generar más energía a partir de cada tonelada de carbón producida.
Ya desde la época del Imperio romano se han encontrado pruebas de la utilización del carbón como fuente de energía. Pero fue a partir del desarrollo de la máquina de vapor de James Watt en 1769 cuando se comenzó a aumentar la demanda de carbón que se utilizaba para el ferrocarril, la producción de acero, barcos de vapor y para producir gas (lo que se denominó como gas ciudad), que consistía en la gasificación del carbón, y posterior utilización del gas, para la iluminación.
Posteriormente con el desarrollo de la energía eléctrica, el carbón se utilizó para la generación de electricidad. La primera central eléctrica de combustión de carbón entró en funcionamiento en la ciudad de Nueva York en 1882, y fue desarrollada por Thomas Alva Edison.
Con los años el uso de carbón se ha mantenido no sólo en la generación de electricidad, dónde un 21 % de la energía producida en España es a partir de carbón, siendo el porcentaje en Europa del 25 %, sino que se utiliza para la producción de acero y otros procesos industriales, como fuente de energía en la fabricación de cementos, fabricación de papel, industria farmacéutica, fabricación de fibras sintéticas, etc.